sábado, 8 de marzo de 2025

Beneficios de la felicidad.

Beneficios de la felicidad.

Si se habla de felicidad se puede pensar que se trata de una experiencia íntima y personal, pero cuando convivimos con otro, es difícil alcanzar esa felicidad solos. Lo normal es que se trate de un “trabajo conjunto”, y que ambos puedan encontrar y compartir esa felicidad. Lo contrario, la búsqueda individual, no sólo va a ser un “trabajo” más arduo,  sino  que  incluso  puede  verse  entorpecido  por  una  convivencia inadecuada, donde existan intereses diferentes. Al  igual  que  sucedía  con  respecto  a  las  enfermedades  físicas  y psicológicas,  en  que  su  presencia  impedía  alcanzar  estados  adecuados  de felicidad,  una  convivencia  problemática  va  a  tener  los  mismos  efectos negativos. Por  lo  que  antes  de  ponerse  en  camino  hacia  la  felicidad,  sería conveniente hacer lo posible por mejorar la convivencia con la persona con la que se comparte la vida. Una de  las dificultades  que se  encuentran a  veces las  parejas es  a  la hora de expresar emociones y de sentirse comprendidas, lo que repercute en la calidad de la propia relación. Cuando  uno  da  el  paso  de  convivir con  otra  persona  asume  que  va a tener que realizar muchos cambios en su vida, ya no tiene que mirar por sí mismo sino por  los  dos, sobre todo si  está pensando formar una  familia y crear un proyecto de vida juntos. Es  cierto  que  esa  relación  va  a  tener  que  pasar  por  momentos  de dificultad, y por supuesto por momentos buenos que son los que se buscan, pero es precisamente  en  los  primeros donde se comprueba la solidez de la 

2 pareja al enfrentarse y superar las trabas económicas o sociales por las que se pueden encontrar, pero todo ello solamente se puede conseguir si existe una buena comunicación entre ambos. Muchos  son  los  factores que  pueden  afectar  a  la  salud  de  la  pareja, incluido los deseos y necesidades de cada uno de los dos, pero también las presiones y demandas sociales de familiares y personas allegadas, así como las dificultades y carencias económicas que se puedan presentar. Igualmente, la pareja debe de ir adaptándose a los nuevos cambios de roles que les  toca  asumir cuando llega “la prole”,  teniendo que adoptar el papel  de  papá  o  mamá,  ahora  con  nuevas  obligaciones  de  cuidado  y protección del nuevo miembro de la familia. También, y con los años, cada uno de los miembros va a ir viendo cómo van  cambiando  sus  intereses,  e  incluso  sus  posibilidades  de  desarrollo profesional y personal, que hay que tratar de mantener a la par con los de la pareja, si  es que se quiere  conservar  esta, quedando  por  encima  de las individualidades. Pero de nada sirve los esfuerzos y sacrificios por la pareja si no existe un mínimo de diálogo, donde se puedan expresar las necesidades y deseos, con lo que hablar y poder llegar a acuerdos entre ambos,  de  forma  que se busque  un  punto  de  equilibrio  entre  la  vida  profesional,  personal  y  la familiar, pero ¿Expresar emociones mejora las relaciones de pareja? Esto  es  precisamente  lo  que  se  ha  tratado  de  averiguar  con  una investigación realizada desde la Universidad Islámica Azad y la Escuela de Ciencias  Médicas  de  la  Universidad  Baqiyatallah  (Irán)  cuyos  resultados han sido publicados en la revista científica Journal of Behavioral Sciences in Asia. En el estudio participaron trescientas personas, de los cuales la mitad eran  mujeres,  en  todos  los  casos  fueron  parte  del  personal  de  la administración que desempeñaban tareas como maestros en la enseñanza secundaria. A todos ellos se les administraron  cuatro cuestionarios, uno relativo a la  satisfacción  marital  a  través  de  un  cuestionario  estandarizado 



3  denominado Enrich Marital Satisfaction Questionnaire, y tres con respecto a la evaluación de las emociones, uno sobre la capacidad de expresión de las mismas  a  través  del  cuestionario  estandarizado  E.E.Q.  (Emotional Expressiveness Questionnaire), otro  sobre  el  autocontrol emocional con el E.C.Q. (Emotional Control Questionnaire) y el último sobre  la claridad en la  expresividad  emocional  a  través  de  Ambivalence  Over  Emotional Expressiveness  Questionnaire,  con  lo  que  analizar  qué  se  siente,  si  lo expresa o no, y de hacerlo, cómo lo hace. También se registraron variables de tipo demográficas como número de hijos, de  años que  lleva la  pareja junta  y de  personas que  conviven  en  el domicilio. Los resultados muestran una relación significativa entre la satisfacción de  la  relación  de  pareja  y  las  habilidades  comunicativas  emocionales, aunque esta relación significativa únicamente es con respecto a la expresión de las emociones, es decir, en las relaciones que se expresan las emociones se sienten más satisfechos y al revés. En cambio, cuando existe un mayor autocontrol de las emociones y no se expresa, se produce  insatisfacción  en la pareja, al igual que cuando las emociones expresadas son ambivalentes o poco claras. Algo que puede parecer obvio en una pareja pero que en ocasiones no se tiene en cuenta  a  la  hora de cultivar  las  relaciones íntimas, dejándose de hablar y expresar las propias necesidades y sentimientos. De ahí que una parte fundamental de la labor del terapeuta de pareja sea  conseguir  que  los  miembros  hablen  y  expresen  sus  inquietudes  y emociones, lo que, como se ha observado en el estudio, va a tener un efecto directo en la mejora de la satisfacción de la pareja. Aunque en el estudio se recoge el número de años de convivencia de las parejas, este  dato no  ha sido  empleado para  separar  entre  los  que  llevan poco  o  muchos  años  de  relación,  con  lo  que  no  informa  si  estos  efectos significativos se mantienen o varían con el tiempo. Hay que tener en cuenta que no se trata de una investigación en el que se  haya  realizado  una  intervención  para  mejorar  las  habilidades 

4 comunicativas,  necesario  para  poder  concluir  que  efectivamente  influye significativamente en la calidad de la pareja. Es por ello que se precisa de nuevos estudios donde se “manipulen” las variables  comunicativas  y  se  observen los  resultados  comparados  con  un grupo control, para comprobar si efectivamente se produce un mejoramiento o empeoramiento de la  calidad  de las relaciones de  pareja,  en función  del grupo al que ha sido asignado. Además  en  la  selección  de  los  participantes  se  mantienen  unas circunstancias  muy  concretas  como  es  la  de  ser  maestros  de  enseñanza secundaria y casados, lo que limita el estudio a corroborar lo que sucede en esta  población,  pudiendo  encontrarse  diferencias  con  respecto  a  personal público en otros trabajos e incluso a personal no funcionario, por lo que no se puede entender que el nivel educativo, económico y de seguridad laboral represente ni siquiera a la totalidad de la población objeto de estudio. Igualmente  hay  que  tener  en  cuenta  el  reducido  número  de participantes y  que todos compartían una misma localización geográfica y cultural, asociada a oriente, por lo que los resultados se pueden considerar válidos  dentro  de  su  cultura,  siendo  necesarios  nuevos  estudios  en  otras latitudes para poder concluir al respecto.  <<Muchas parejas hoy en día están trabajando y haciendo más de lo que han imaginado que harían. Aproximadamente en el 70% de los matrimonios estadounidenses,  ambos  miembros  trabajan  fuera  del  hogar.  Esto  puede aumentar los ingresos, pero puede también aumentar el estrés, la fatiga y la tensión en las relaciones. Durante los últimos 20 años, se ha convertido en la norma que los dos trabajen fuera del hogar. Este a menudo da paso a que los miembros de la pareja trabajen menos constantemente en equilibrar su relación con su vida laboral. La buena noticia es que muchas parejas con exceso de trabajo parecen afrontar  el  estrés  muy  bien.  La  mala  noticia  es  que  las  estrategias  que utilizan para hacer frente al estrés puede  no hacer mucho para fortalecer sus matrimonios. Esto se debe a que lidiar con el estrés es a  menudo más 

5  que  sobrevivir  como  pareja,  se  trata  de  promover  relaciones  saludables. Cuando  experimentamos  estrés  también  tenemos  una  tendencia  a centrarnos más en nosotros mismos que en otras personas, nuestra pareja incluida. Estar preocupados por uno mismo no contribuye a un matrimonio saludable. Si la relación (matrimonio) no se convierte en una prioridad, comenzará a sufrir. Seamos  realistas,  la  paternidad  es  un  trabajo  a  tiempo  completo,  y cambia dramáticamente la relación matrimonial. Pero el matrimonio es la base sobre la que toda familia está estructurado. Si su matrimonio es fuerte, toda la familia será fuerte; su vida será más tranquila, podrá ser un mejor padre, y usted, simplemente, tendrá más alegrías en su vida. Haga  un  compromiso.  Para  crear  o  mantener  un  matrimonio  fuerte tendrá que dar el primer paso crítico: Usted debe estar  dispuesto  a  poner tiempo, esfuerzo y pensamiento en la crianza de su matrimonio.>> Dr. Quazi Imam, Director Médico del Hospital Arlington Memorial (EE. UU.)  Uno de los conceptos asociados a la felicidad es la psicología positiva, la cual se  ha  mostrado como  una  de  las  ramas  de  psicología  más  actuales y prácticas, en donde se busca mejorar la calidad de vida de la persona. Cambiando  el  modelo  teórico  pasando  de  la  psicología  clínica  a  la psicología positiva, donde ya no se busca ayudar a los pacientes con alguna psicopatología, si no tratar de que cualquier persona pueda encontrarse bien consigo mismo y con los demás, y que aprenda las  herramientas del  éxito personal, que le conducirán a la felicidad. Quizás  expuesto  así  parezca  muy  lineal,  pero  la  idea  original  de  los planteamientos de la psicología positiva era precisamente alcanzar  la  tan ansiada felicidad por parte de la sociedad. Y todo ello  gracias  a algo  tan  simple como cambiar  la  perspectiva del individuo, es  decir,  sus  pensamientos,  con la  convicción  de  que,  si  se  ven alterados  estos,  también  lo  hará  su  forma  de  sentir  y  al  final  su 

6 comportamiento. A raíz de ello ha surgido una sub-rama dedicado a la aplicación en las organizaciones,  en  lo  que  se  ha  denominado  como  P.O.B.  (Positive Organizational Behavior), a través de  este  se buscan que los trabajadores sean empleados felices con lo que hacen, pues se ha visto que esto es la mejor fuente de motivación que conduce a una mayor productividad y eficacia en su desempeño. A  pesar  de  las  grandes  diferencias  en  cuanto  a  sus  objetivos  y  el "personal"  que  emplean,  los  centros  educativos  son  organizaciones  que pueden  beneficiarse  de  las  aportaciones  de  la  P.O.B.,  luego  ¿Puede  la Psicología Positiva mejorar las calificaciones de los alumnos? Esto es precisamente lo que se trata de responder con una investigación realizada por la Universidad de Hittite (Turquía) cuyos resultados han sido publicados  en  la  revista  científica  Journal  of  Advanced  Management Science. En  el  estudio  participaron  doscientos  veintinueve  estudiantes  con edades comprendidas  entre  los  15  a  35  años,  de  los cuales  el 46,3%  eran mujeres. A  todos  los  participantes  se  les  administró  un  cuestionario estandarizado denominado Psychological Capital Scale donde se evaluaban cuatro factores:  Optimismo,  Autoeficacia,  Resiliencia y  Esperanza,  y  todo ello  se  analizó  comparando con  los  resultados académicos  alcanzados  por cada estudiante. Los datos muestran que únicamente la Autoeficacia y la Esperanza son significativamente diferentes entre  los  alumnos  exitosos y  no  exitosos.  No encontrándose diferencias  en cuanto  a la  Resiliencia y  el  Optimismo  a  la hora de determinar el éxito académico. Por lo que, desde la Psicología Positiva, y basándose en estos resultados, debería  de  hacerse  mayor  hincapié  en  estos  dos  factores  que  resultaron significativos, la visión de Autoeficacia de uno mismo y la Esperanza en la consecución de los objetivos personales que se marcan. A  pesar  de  los  buenos  resultados  mostrados  en  el  estudio,  se  podría 

7  haber  planteado  un  grupo  control  y  otro  en  donde  se  manipulase  alguna variable,  como  recibir  al  inicio  del  curso  clases  de  autoestima  o  de orientación  de  la  psicología  positiva,  para  comprobar  si  al  final del  curso había diferencias en el desempeño en función de que se hubiese recibido o no esas clases. A pesar del gran número de participantes, estos se circunscriben a una población  muy  concreta,  estudiantes  de  Turquía,  queda  por  lo  tanto  por comprobar si en otras poblaciones se mantienen los mismos resultados. Este es un ejemplo de  cómo se puede conseguir la felicidad en aquello que se hace, interviniendo en el puesto de trabajo o en el centro de estudio, para lo cual es preciso conocer qué variables van a estar afectando. La  felicidad  por  tanto  no  es  algo  que  se  deba  de  buscar  en  un  lugar aislado, como un centro de retiro o en un monasterio, se puede conseguir en el lugar donde se viva, con las personas que se conviva, siempre y cuando se empleen las estrategias adecuadas para mejorar en aquello que se hace y con ello conseguir una mayor satisfacción al lograr los objetivos personales, y todo ello gracias a la Psicología Positiva. 



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